Hoy me acompaña la soledad, aquella inseparable "amiga" ... ella es como el imán y yo el metal que sin resistencia se entrega a su merced ... un metal eso es lo que soy, parezco tan fuerte pero tengo una gran fragilidad que me impide resistirme ... siento que el mundo me mira con hostilidad, pero a lo mejor la imaginación me juegue malas pasadas al respecto ... esa linda imaginación, que aplaca los hechizos malignos de la soledad, es mi salvadora ... de no ser por su presencia me sería difícil mantenerme en este extraño mundo.
Oh dulce amiga! has venido a combatir al monstruo, eres mi heroína ... tú no me pides casi nada, simplemente que te dé vida por medio de mis humildes palabras escritas.
Gracias a tí camino por las frías calles con cierta dicha, me enseñas a alimentarme del mundo externo, mantienes mi equilibrio. Prométeme que nunca me dejarás, que siempre serás mi farol en el extenso oceáno de la vida, te aprecio en ocasiones mucho más que la compañía de un hombre, ellos no me llegan a satisfacer como tú lo haces ... solamente tú creas a mi compañero ideal, eres tan perfecta en tu creación que ningún hombre se logra asemejar por completo a tu magnífica creación ... mientras voy escribiendo siento que tú, querida amiga, comienzas a aparecer y con complicidad me pides que emprendamos un viaje, yo claro que voy a aceptar irme contigo todo el fin de semana ... te voy a proponer que vayamos a una tierra donde mis utopias se materializen.
Eso te pasa por ponerte ímbecil hoy soledad ...
